El Barcelona arrolla al Real Zaragoza sin apenas esfuerzo

JAIME PARICIO/ESPIRITU DEPORTIVO. El conjunto dirigido por Tito Vilanova ha conseguido una fácil victoria ante un débil rival como ha sido el Real Zaragoza. Sin Apoño, Rochina o Abraham (por sanción) en el once inicial, el equipo sufrió muchísimo en la primera mitad, y apenas creó peligro a la portería de Valdés. 

Pudimos ver un Real Zaragoza todavía peor que el de los últimos encuentros, incapaz de trenzar jugadas y muy errático en el último pase, dejando como única alternativa ofensiva los balones largos. A pesar de que no hayan sido pitados dos penaltys clarísimos merecedores de tarjeta, el equipo ha dado verdadera vergüenza en el terreno de juego. Un equipo mermado por la bajas y sin piezas tan importantes como Messi, Iniesta, Busquets o Jordi Alba pasó por encima sin oposición gracias a un gran Cristian Tello, que cuajó un excepcional partido con un 'doblete'. Llegados a los veinte minutos de juego, los culés aprovecharon un pésimo saque de córner botado por el equipo maño, y Thiago hizo a la contra el primer gol. A partir de ahí, murió el poco partido que había habido hasta entonces. Antes del descanso, Tello tras una buena pared con Thiago, definió a la perfección ante Roberto. El portero madrileño aún tuvo tiempo para salvar un remate de Alexis, que no entró por muy poco. Horrorosa primera parte del equipo maño, que afrontó el partido con una pasividad inexplicable en un partido de semejante importancia. En la segunda, con el tercer gol anotado por Tello, mejoraron y tuvieron ocasiones para anotar, pero obviamente no entraron ninguna. Rodri, Rochina y Montañés tuvieron ocasiones clarísimas para poder haber dado emoción al encuentro, pero Valdés o la falta de puntería lo impidieron. Un partido para olvidar en el seno zaragocista, y a ponerse a pensar en el complicado rival de la próxima jornada, el Celta. Si no se consiguen los tres puntos podríamos estar hablando de equipo de Segunda División. La presión por ganar aumenta cada partido, y Jiménez es cada vez más cuestionado, lo que conforma una situación insostenible para el club, y los jugadores.