ESPIRITU DEPORTIVO. Pese a que Manolo Jiménez había tenido hasta ahora la confianza de Romaric y en una posible recuperación, el marfileño dejó pasar su última oportunidad ante el Deportivo.
Cada vez se va a ver menos a Romaric pisar un terreno de juego con la camiseta del Real Zaragoza. Su mal partido ante el Deportivo puso de los nervios a un Jiménez que siempre había confiado en él.
El de Arahal siempre ha pedido más al jugador, sin embargo, no ha dejado de darle oportunidades, a pesar que había otros hombres que podían suplirle.
Ante el Deportivo volvió demostrar que no está para jugar en Primera División siendo el mismo de toda la temporada. Lento, pausado, sin intensidad y perdido en el centro del campo. A pesar de que deja algún destello de calidad no es suficiente para lo que necesita el equipo actualmente. Manolo Jiménez lo vio y actualmente es muy difícil que vuelva a tener una oportunidad como la del pasado sábado.