Movilla, el padre de la Liga

JAVIER IBÁÑEZ/ESPIRITU DEPORTIVO. Leganés, 8 de febrero de 1975, nace Movilla, ése hombre que antes de ser profesional estuvo a punto de dejar el fútbol. 

Compaginaba el deporte rey con trabajos de basurero, repartidor, camarero… ya que las cosas no le iban bien y de alguna manera tenía que salir adelante. Pero un día, todo cambió y empezó su carrera, nacía el Movilla futbolista.

El Rayo terminó la liga pasada jugando contra el Granada en Vallecas, ése partido parecía la despedida de Movilla del fútbol, acababa contrato y su retiro a los 37 años parecía una realidad. Avanzaba el verano y no había noticias de él, hasta que de repente el jugador se ofreció para ayudar en lo que fuera al Real Zaragoza, equipo que llevaba en el corazón.

Jiménez aceptó sabiendo que era un jugador cargado de experiencia y que ayudaría muchísimo al grupo joven que estaba formando.

Pocos pensaban que su fichaje era acertado, por un tema nostálgico caía bien su regreso. Recordemos que Movilla ya militó en el Real Zaragoza durante las temporadas 2003-2004 a 2006-2007 y ayudó a una salvación y logró la Copa del Rey más 'Galáctica' jamás vivida de la mano de Víctor Muñoz en el banquillo.

A pesar de sus 37 años y tras haber pasado por Moscardó, Numancia, de nuevo Moscardó, Ourense, Málaga, Atlético de Madrid, Real Zaragoza, Murcia y Rayo (jugando 122 encuentros ligueros en las últimas 3 temporadas, la mayoría completos y como titular), Movilla está demostrando estar en plena forma, mejor que chicos de 22 años que están empezando en esto del fútbol, y que es una pieza clave en el engranaje del conjunto zaragocista.

Cuando se anunció su fichaje, todos hablaban de que José María Movilla vendría para dar descanso algunos minutos a Apoño, Romaric… pero no, Romaric no aparece en el once (su físico nunca logra ponerse a punto) y Movilla es inamovible. Seguramente si Romaric estuviera bien, tampoco jugaría y es que Movilla aporta un poso, serenidad, cordura y experiencia al centro del campo que pocos jugadores de la competición o de cualquier otra liga harían. Está jugando como pivote más retrasado, para empezar la salida del balón con su buen criterio y a la vez, mantener ordenado al equipo.

Todo esto es capaz de hacerlo debido a una extraordinaria forma física, resultado de un cuidado exhaustivo que Movilla lleva a cabo para mantenerse en plena forma. Prueba de ello es que en ésta semana que ha terminado, ha jugado tres partidos completos (a excepción del último partido frente al Mallorca donde fue sustituido ya al final).

El zaragocismo y el fútbol aplauden y alaban su llegada, su juego en el campo y su tremenda profesionalidad. Habla claro dentro y fuera del campo. Estamos ante el padre de la liga, el jugador más veterano que si sigue así, puede que no esté ante su última temporada en esto del balompié.

 

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