GUILLERMO COSCOLLA / ESPÍRITU DEPORTIVO. El equipo entró en puestos de Play-Off el pasado 14 de marzo.
La derrota ante el Girona no dejó ninguna cosa positiva. Sino todo lo contrario. Pérdida de Cabrera para el partido del próximo fin de semana por expulsión, fin a la racha de siete partidos seguidos sin perder, tres goles recibidos cuando parecía que se había encontrado la solidez defensiva y el abandono de los puestos de ascenso a Primera División.
La victoria ante el Albacete, el pasado 12 de marzo, permitió que el Real Zaragoza regresara al play-off tras 11 jornadas fuera de ellos. Además, fue la primera vez que el equipo pisó esos puestos con Lluís Carreras en el banquillo. Sin embargo, el empate ante el Tenerife y la derrota de ayer en La Romareda ante el Girona llevó al conjunto aragonés a abandonar la zona de ascenso.
Una zona que tiene a un punto la sexta plaza, que la ocupa el Córdoba, y la quinta, donde se encuentra Osasuna, pero a tres puntos del cuarto clasificado, defendido por el Real Oviedo, a cinco puntos tiene la tercera posición, que es del Nástic, a siete puntos del segundo, que da acceso a Primera de manera directa, y en donde se encuentra el Alavés, y el líder, el Leganés, a ocho puntos.
La próxima semana, el Real Zaragoza visita al Elche donde le espera un conjunto ilicitano colocado en décima posición, pero a tan solo un punto de los aragoneses. Máxima presión a la que está sometido el Real Zaragoza de aquí hasta final de temporada, donde restan 11 jornadas y todos los equipos tienen cosas en juego.