JAVIER VEGAS / ESPIRITU DEPORTIVO. El Real Zaragoza ha logrado un valioso empate en el Sadar (1-1) en un partido donde el árbitro ha sido muy criticado por su actuación.
El Real Zaragoza viajaba a Pamplona con el objetivo de lograr 3 puntos para engancharse con la parte alta de la clasificación. Aún así, el equipo era consciente de que Osasuna solo ha perdido dos partidos en casa y es el equipo menos goleado.
Lluis Carreras introdujo pocas variaciones en el once respecto a los últimos partidos, donde destacaba la titularidad de Lanzarote en lugar de Hinestroza. El partido comenzó con un Real Zaragoza muy enchufado, y en los primeros 30 minutos tuvo varias ocasiones claras de marcar. Osasuna también tuvo una muy clara, pero el balón lo controlaba el equipo aragonés.
Fruto de ese empeño, Lanzarote puso por delante al Real Zaragoza justo antes del descanso. Sin duda, era un premio merecido al esfuerzo realizado, y más cuando la actuación del árbitro era más que dudosa viendo el rasero establecido al enseñar las cartulinas amarillas.
Nada más empezar la segunda parte, Osasuna empataría con un gol de David García. A partir de entonces, los navarros se fueron arriba y controlaban el balón por primera vez en todo el partido. Mientras tanto, los jugadores blanquillos se desesperaban con las tarjetas amarillas que veían. Los minutos pasaban y ambos equipos tuvieron ocasiones claras para ponerse por delante, aunque según avanzaban los minutos, las de Osasuna eran más claras. Poco antes del final Cabrera fue expulsado tras ver la segunda amarilla (ambas demasiado rigurosas). Quedaban 5 minutos y el equipo aragonés pudo mantener un resultado que pese a ir ganando al descanso se puede considerar positivo. Eso sí, ahora ante el Lugo en La Romareda solo vale la victoria.
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