GUILLERMO COSCOLLA / ESPÍRITU DEPORTIVO. El vasco Iñigo Ruiz de Galarreta encara el tramo final de liga con el Real Zaragoza en su mejor momento.
El pasado domingo se consiguieron algo más que tres puntos. La victoria ante el Albacete sirvió para que jugadores como Albert Dorca e Iñigo Ruiz de Galarreta disiparan las dudas de su rendimiento en las últimas jornadas de liga.
Establecieron orden y jerarquía a un medio del campo que llevaba pidiéndolo desde hace semanas. Dorca derrochó un despliegue físico soberbio y fortaleció el doble pivote. En lo que respecta a Ruiz de Galarreta, el vasco puso el talento, la inteligencia. Dos virtudes que las lleva heredando hace años y que por fin el pasado domingo La Romareda pudo comprobar de lo bien dotado que está el eibarrés.
Ranko Popovic tiene una debilidad por ese jugador. Es de su gusto. Sabe lo mucho que le da al equipo cada vez que el balón pasa por sus botas. Se le pedía a Ruiz de Galarreta más protagonismo en la media punta en partidos anteriores y muchos llegaron a dudar de él, pero ayer se ganó a una gran parte del Municipal.
Tras la conclusión del encuentro, el técnico del Real Zaragoza volvió a ensalzar la figura del vasco y reconoció que “tenemos a un Iñigo como queremos todos y como estamos acostumbrados a verle” y que el éxito de esa vuelta del mejor Ruiz de Galarreta fue “el descanso que hemos tomado porque descanso unos partidos para tranquilizar el tema y refrescarse.”
El técnico ha conseguido recuperar el mejor nivel del vasco y el equipo agradecerá en estos últimos cinco partidos que Ruiz de Galarreta brille en sus controles, pases y en su juego sin balón.
Vuelve la inteligencia, la referencia, la calidad a la media punta del Real Zaragoza y con la vuelta de Eldin, tendrán que ser Pedro y Jaime Romero quienes tengan que subir su nivel sino quieren que el hispano-bosnio les quite una de las dos bandas. Porque Ruiz de Galarreta tiene garantizada la media punta salvo que una lesión se lo impida.