GUILLERMO COSCOLLA / ESPÍRITU DEPORTIVO. Con la victoria ante el Numancia, el Real Zaragoza volvió a sonreír y mejoró el ánimo dentro del vestuario.
Los cuatro empates consecutivos en el Estadio Municipal de La Romareda, la goleada cosechada en Sevilla ante el Real Betis (4-0), y la salida de los puestos de promoción dejaron muy tocado al conjunto aragonés pero no hundido.
El técnico, Ranko Popovic, reconoció que al finalizar el encuentro ante el Numancia “en el vestuario ya hemos hablado de otra manera que en partidos anteriores” y es que la palabra más repetida por el técnico en sala de prensa fue “alegría.”
Una palabra que describe las ganas que había dentro del equipo de conseguir los tres puntos y más aún ante la afición. Una hinchada, la del Real Zaragoza, que quiso arropar a su equipo dos horas antes del partido y realizó a sus jugadores un pasillo desde la salida del hotel de concentración al Estadio de La Romareda.
Otro de los aspectos que le hacen al equipo recuperar la ilusión, y más aún al entrenador, es la recuperación de efectivos y la aportación de la segunda línea. ConEldin como único jugador lesionado, Ranko Popovic se mostró feliz hablando de que “por fin ya estamos en condiciones normales para entrenar y tenemos jugadores que pueden cubrir la falta de ritmo de algunos.”
Sin ninguna duda, los tres puntos ante el conjunto soriano van a permitir que se viva una semana tranquila en el seno del Real Zaragoza. Aunque la victoria del domingo tiene que tener continuidad y para ello habrá que ganar el próximo domingo al que todo hace indicar que será el único rival directo por la sexta plaza, la Ponferradina.