Difícil pero no imposible

YERAY CORTÉS / ESPÍRITU DEPORTIVO. Duelo de rachas opuestas en el Benito Villamarín. El Real Zaragoza, que atraviesa su peor momento de la temporada, se enfrenta a un Betis que camina con paso firme a Primera División.

Los de Ranko Popovic tienen una gran oportunidad para dar un golpe encima de la mesa y afrontar con garantías un tramo final de temporada que se antoja muy complicado. Los rivales que vienen por detrás de los zaragocistas aprietan más que nunca, y los jugadores son conscientes de ello: "Tenemos que empezar a despegar de una vez por todas" decía Cabrera en rueda de prensa esta semana. 

La entidad del rival y el momento de la temporada, hacen que el Benito Villamarín sea el escenario idóneo para dar ese golpe encima de la mesa que tanto necesita un equipo que aspira a disputar los 'play-off' de ascenso, y que tan solo ha ganado un partido de los últimos nueve que ha jugado (0-2 contra el Racing). Para este partido Popovic podría optar por hacer cambios en el once, dados los últimos resultados del equipo. Además, el técnico serbio recupera a Basha, Mario y Javi Álamo. Los dos primeros tienen muchos números para salir de inicio, mientras que el extremo canario esperará su oportunidad en el banquillo.

Por su parte, el Real Betis llega al encuentro con sus dos mejores jugadores (Jorge Molina y Rubén Castro) en un gran estado de forma y con la confianza por las nubes tras lograr nueve puntos de los últimos nueve posibles. La última vez que los verdiblancos perdieron fue el 21 de marzo y, precisamente, lo hicieron ante su afición: 1-3 contra el Leganés.

Eso es lo que intentará repetir el Real Zaragoza, que los de Pepe Mel vuelvan a caer en el Benito Villamarín. Un reto difícil, pero no imposible para los blanquillos.