JAVIER VEGAS/ESPIRITU DEPORTIVO. El conjunto aragonés ha empatado 2-2 ante el Alavés en un partido donde se ha demostrado de forma definitiva que el ascenso es una quimera.
Cada vez quedan menos jornadas para el final de la Liga Adelante, partidos en los que el Real Zaragoza deberá luchar por evitar el descenso. El equipo aragonés no sabe lo que es ganar en esta segunda vuelta y el efecto Víctor Muñoz ya se ha diluído.
El próximo fin de semana llega a La Romareda el líder de la categoría, el Eibar. Solo vale ganar aunque a priori difícil parece sacar algo positivo. Los blanquillos se sitúan a dos puntos de la Segunda División B y se aleja de forma definitiva de los puestos de playoff. Aún así, actualmente parece imposible que el equipo pueda competir en la supuesta clasificación.
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FOTO: Real Zaragoza