ESPIRITU DEPORTIVO. El Real Zaragoza superó al Mallorca a domicilio por dos goles a cuatro en un partido loco y con numerosas alternativas, que el equipo aragonés dominó desde el principio con autoridad, hasta que el colegiado expulsó a Abraham al borde del descanso, cuando los blanquillos ya dominaban por uno a tres.
Antes, Acevedo y Henríquez, en dos ocasiones, habían avanzado al Zaragoza, y Agus había marcado para los bermellones. En el segundo tiempo, Barkero volvió a anotar para los blanquillos y Víctor Casadesús, de penalti, estableció el dos a cuatro definitivo, en el choque de la octava jornada de Liga Adelante, disputado en el Iberostar Estadio de Palma de Mallorca.
El duelo comenzó con un Real Zaragoza con las ideas muy claras, creando peligro en cada llegada y siendo dominador del encuentro. En la primera media hora de juego, ante un Mallorca que solo creaba ocasiones a balón parado, ya pudo adelantarse el cuadro blanquillo, con ocasiones de Víctor y Acevedo, o con una falta que Barkero estrelló en el larguero.
También Montañés, que completó un gran encuentro, gozó de una buena ocasión que Miño evitó que se convirtiera en el cero a uno. No pudo hacer lo mismo ante un disparo lejano de Acevedo, que clavó la pelota en la base del poste del arquero mallorquín para inaugurar el electrónico.
A partir de ahí se desató el equipo aragonés, y Henríquez, antes del descanso, puso tierra de por medio, con un doblete que estableció el cero a tres. Sin embargo, poco antes del descanso, el partido pudo cambiar. El colegiado, muy rigurosamente, sacó dos tarjetas amarillas a Abraham en un minuto y los mallorquines, entre medias, lograron el tanto que les daba algo de esperanza.
Tras el intermedio, con diez jugadores sobre el campo, el Real Zaragoza interpretó el partido a la perfección. Se defendió con orden y salió al contragolpe con soltura, apoyado en un gran Montañés. En una de sus cabalgadas, el extremo le cedió el balón a Barkero, que hizo el uno a cuatro con una preciosa parábola desde fuera del área.
Víctor Casadesús, desde el punto de penalti, puso picante al choque con media hora todavía por disputarse. Pero los locales no encontraron el camino al área de un Leo Franco que resolvió magníficamente las pocas ocasiones que concedió la defensa zaragocista. Incluso Acevedo pudo hacer el quinto, en un penalti que Miño detuvo a un cuarto del final de un encuentro en el que el cuadro zaragocista sumó su tercer triunfo de la campaña y despegó por fin con juego, autoridad y goles.
Fuente: Real Zaragoza