Como una carta de amor a la cultura pop de la década de 1980, Stranger Things no puede evitar rendir homenaje a las interpretaciones de la Guerra Fría de esa época.
La primera temporada comenzó en 1983, un año en el que el presidente Reagan pronunció el discurso «Evil Empire» y ABC emitió The Day After . Este último retrató cómo se vería si la URSS lanzara un ataque nuclear en territorio estadounidense y fuera vista por más de 100 millones de personas. Gracias a la retrospectiva histórica, sabemos que para fines de esta década, el Muro de Berlín sería derribado, terminando simbólicamente la Guerra Fría. Este período está lleno de ansiedad política, pero a diferencia de los personajes, sabemos que todo va a estar bien. ¿O es eso?
Antes de la temporada 3 de Stranger Things , los rusos han sido los enemigos a los que hay que vigilar en lugar de una amenaza inmediata. Son la razón por la que Once (Millie Bobby Brown) fue «creada» o, más específicamente, los infames experimentos realizados en Eleven se realizaron bajo el pretexto de proteger a Estados Unidos.
Como una carta de amor a la cultura pop de la década de 1980, Stranger Things no puede evitar rendir homenaje a las interpretaciones de la Guerra Fría de esa época. La primera temporada comenzó en 1983, un año en el que el presidente Reagan pronunció el discurso «Evil Empire» y ABC emitió The Day After . Este último retrató cómo se vería si la URSS lanzara un ataque nuclear en territorio estadounidense y fuera vista por más de 100 millones de personas. Gracias a la retrospectiva histórica, sabemos que para fines de esta década, el Muro de Berlín sería derribado, terminando simbólicamente la Guerra Fría. Este período está lleno de ansiedad política, pero a diferencia de los personajes, sabemos que todo va a estar bien. ¿O es eso?
Antes de la temporada 3 de Stranger Things , los rusos han sido los enemigos a los que hay que vigilar en lugar de una amenaza inmediata. Son la razón por la que Once (Millie Bobby Brown) fue «creada» o, más específicamente, los infames experimentos realizados en Eleven se realizaron bajo el pretexto de proteger a Estados Unidos.
La verdad se encuentra con la ficción en la historia de fondo de Eleven, ya que la sombría organización gubernamental detrás del Proyecto MKUltra también desarrolló sus habilidades para espiar a alguien sin tener que salir de casa. Esto es lo que causó la ruptura en las dimensiones, causando estragos desde dentro. Al igual que con la carrera de armamentos nucleares, no hay ganadores en este descubrimiento científico. Cuando un país tiene un arma tan poderosa, todos la quieren. No importa si no se utilizará, porque su existencia misma representa una amenaza.
Cuando Stranger Things debutó en el verano de 2016, la campaña electoral fue particularmente feroz. El ataque a la Podesta ocurrió en marzo de ese año, por lo que es muy improbable que haya tenido algún impacto en la redacción o edición de esta primera temporada. Sin embargo, las referencias a la tecnología de espionaje, incluido el papel de Eleven como dispositivo de transmisión, podrían ser un guiño a los peligros de los métodos de comunicación modernos.
La nueva temporada no tiene el mismo lujo de evitar el clima político actual. No solo las cosas han cambiado mucho en los últimos tres años, sino que hay algunos guiños muy fuertes para los conflictos contemporáneos. Esto es más notable en las escenas de la sala de redacción de Hawkins Post, donde Nancy (Natalia Dyer) tiene que lidiar con una habitación llena de idiotas sexistas que simplemente la ven como la chica que entrega el almuerzo. Cualquier cosa que tenga que ver con este tipo de comportamiento tiende a enmarcarse como una historia de #MeToo, pero Dyer le explica a The Hollywood Reporter que refleja tanto el pasado como el presente: «Es muy fácil de identificar. Y, por supuesto, es un programa de época, y para ver eso y decir, ‘Oh, sí, los ’80’. Pero reconocer que la gente obviamente todavía está sintiendo esto mucho «.
Otro asentimiento abierto al presente en este período de los 80 es la discusión de las noticias y la confianza. Cuando Nancy y Jonathan (Charlie Heaton) son despedidos por perseguir una historia en el Episodio 3, su jefe trabaja en la palabra «hechos». También podría utilizar el término «noticias falsas» con este subtexto de mano dura. En este punto, ha sido tomado por el Mind Flayer, por lo que en realidad, es el único en quien no se puede confiar. La persona que hace un gran negocio sobre el papel de la prensa es la que lo manipula para su beneficio. The Mind Flayer tiene el control, lo que refleja la forma en que los robots se infiltran en las redes sociales para distorsionar la verdad y promover las mentiras. Es The Thing se encuentra con las granjas de contenido rusas.
The Mind Flayer convierte a los ciudadanos de Hawkins en autómatas sin sentido, lo que también podría ser una acusación del nuevo centro comercial Starcourt. Las personas acuden en tropel, seducidas por las luces brillantes y las opciones infinitas. ¡Mira qué brillante es! La elección de comida, ropa y entretenimiento es vasta y todo bajo un mismo techo. Es atractivo y difícil de resistir, al igual que muchos de los amarres de Stranger Things Season 3, desde Burger King hasta Levi’s. Sin embargo, el nuevo centro comercial es la base del mal en Hawkins, ya que los villanos rusos trabajan desde sus cimientos y, como resultado, los negocios locales se están cerrando. La ironía de los soviéticos de elegir el símbolo de la riqueza estadounidense como su escondite no se pierde en nadie.
Erica (Priah Ferguson), de diez años, es la portavoz de este estilo de vida estadounidense y capitalista: «No se puede deletrear a América sin Erica». Ella acepta el plan Scoop Troop, pero no antes de explicar sus razones. Es menos sobre un deber hacia el país y más sobre el pago. También es la que más expresa en sus sentimientos acerca de la amenaza rusa que se refiere a las instalaciones subterráneas secretas como «Comis Disneyland». Al nacer en 1975, Erica probablemente ha crecido con una fuerte retórica antisoviética. El «miedo rojo» está vivo y bien en Hawkins, Indiana.
En el otro extremo de la escala está Murray (Brett Gelman), quien explica el concepto de juegos de feria a Alexei (Alec Utgoff) en términos que también resumen las trampas de un sistema capitalista: «Han sido diseñados para presentar la ilusión de justicia. Pero todo es una estafa, un truco para poner su dinero en el bolsillo del hombre rico. Eso, mi querido amigo, es … América «. Incluso cuando Alexei cree que ha vencido al sistema, todavía pierde. Cuando uno da, el otro quita.
El super corrupto alcalde Larry Kline (Cary Elwes) está en la cama con los rusos, que es un cuento político tan antiguo como el tiempo. También es un cuento que ha dominado las noticias durante los últimos tres años. Stranger Things hace alusiones a la crisis actual, de la misma manera en que las películas de género de los 80 se referían al panorama político.
Las figuras sombrías existen en ambos lados de este juego político; ni los soviéticos ni los Estados Unidos son completamente buenos o malos, pero vale la pena señalar que el monstruo es derrotado en los días más estadounidenses, el 4 de julio y la ubicación de la victoria es un brillante ejemplo de la destreza y el capitalismo estadounidenses. El centro comercial podría estar un poco destrozado, pero estas tiendas no se quedarán sin negocio (al menos por ahora). Lo mismo no puede decirse de Hawkins Main Street. Nuevamente, es difícil saber exactamente lo que los Duffers están tratando de decir o dónde aterrizan en todo el ángulo del consumismo de la Temporada 3 . Es un enfoque muy centrista que se niega a tomar una postura estridente a ambos lados de la cerca.
En una temporada muy divertida, algunos de los momentos más desordenados ocurren dentro de la historia rusa. A veces es difícil saber si los estereotipos son simplemente un riff en películas como Red Dawn , que salió en 1984 y Dustin la verifica por el nombre, o si es una narración perezosa. La secuencia de apertura del primer episodio revela el plan soviético para abrir la puerta, que se completa con un paisaje nevado, un diálogo ruso y un primer plano de la bandera de la URSS (en caso de que aún no reconozca la configuración). El súper villano ruso que sigue a nuestros héroes también es un buen ejemplo de esto. Claro, necesitan estar huyendo de alguien, pero el interminable homenaje a The Terminator a través de la búsqueda de Grigori (Andrey Ivchenko) de Hopper (David Harbor) no va a ningún lado más allá de lo que ahora es un cliché de villanos de la película de los 80.
La nostalgia es grande y todo, pero si rascas la superficie, algunos de los hilos narrativos son inquietantemente huecos. No necesito que Stranger Things haga una afirmación sólida sobre los peligros del comunismo y el capitalismo, pero a veces es difícil decir exactamente lo que está tratando de decir debajo de su carta de amor cuidadosamente construida para las películas de los 80. Tal vez eso es todo lo que los Duffers están tratando de hacer. Sin embargo, con un guiño a noticias falsas y políticos haciendo acuerdos con villanos rusos, es más que un retrato de las tensiones de la época de la Guerra Fría y las películas de esta época.
Al utilizar el susto rojo del pasado junto con los temores de noticias falsas del presente, la dimensión más aterradora de todas es la nuestra. Historia como Hollywood tiene una gran afición por la repetición, el reciclaje y el reinicio. Esperemos que no todos tengamos la mente perdida.
Las opiniones y los puntos de vista expresados ??en este artículo son del autor y no necesariamente reflejan los de SYFY WIRE, SYFY o NBC Universal.
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