José Luis Abós y la metamorfosis del CAI Zaragoza

DANIEL MARZO/ESPIRITU DEPORTIVO. El técnico zaragozano se convirtió en el mejor entrenador del mes tras cuatro victorias consecutivas. Más allá del reconocimiento, algo parece haber cambiado en el equipo rojillo.

José Luis Abós ha recibido el galardón que reconoce al mejor entrenador del mes de Noviembre en la Liga Endesa, entregado por la Asociación Española de Entrenadores de Baloncesto (AEEB), después de lograr cuatro victorias, superando en la diferencia de puntos anotados y encajados a Pablo Laso (Real Madrid) yPedro Martínez (Gran Canaria).

Es la primera vez que el técnico aragonés logra dicho logro y más allá del reconocimiento y de la clasificación, es evidente que el CAI Zaragoza ha sufrido una notable transformación en comparación con lo que a la temporada pasada se refiere. Cierto es que tan sólo se han disputado nueve partidos de Liga hasta el momento, pero hay aspectos del juego en los que ya se pueden ver trazos de CAI distinto.

La defensa. El equipo zaragozano es a estas alturas de la Liga el mejor defensor de la competición, siendo este el auténtico factor diferencial respecto a temporadas anteriores. 66,67 puntos encajados de media en los nueve partidos disputados, una cifra realmente baja y que la pasada temporada tan sólo pudo superar el Regal FC Barcelona (65,65). En este sentido, hay que decir que ya en la 2011-12, el CAI tuvo la sexta mejor defensa de la Liga Endesa, encajando 72,18 puntos de media.

El ataque. Puede que sea poco más que un factor anímico, ante la importancia del average de cara a la clasificación para la Copa, pero este año, también se ha mejorado en el aspecto ofensivo. Algo más de cuatro puntos de diferencia entre lo que se anotaba (70,71) y lo que se anota (74,89). Además, el cambio de roles en el equipo también conlleva un cambio en la forma de juego, otorgando mayor protagonismo a Aguilar, liberando la zona no sólo para el aporte de los pívots sino también para los cortes de los exteriores. Por otra parte, se busca correr a la mínima oportunidad, aprovechando la velocidad de los hombres altos por el carril central. Además, el acierto desde el triple ha mejorado notablemente (39,46% – 33,84%), haciendo patente también la mejora en la elección de tiros y en la circulación de balón.

Cambio de roles. Como ya se ha indicado en el apartado anterior, el equipo ha sufrido un cambio de roles notable. Bien por configuración de plantilla o bien por la escasez económica, este CAI es un equipo en el que todos aportan a ambos lados de la pista. Ya no hay una estrella que concentre la atención ofensiva. El equipo valora más (81,78 – 73,41), pero repartido entre más jugadores. Mientras el año pasado había tres jugadores que concentraban un alto porcentaje de la valoración como Hettsheimeir (14.6), Wright (12.4) y Cabezas (13.3), en el presente curso, son hasta seis los que rondan la decena, Roll (10.9), Van Rossom (12.1), Aguilar (11.3), Jones (9.3), Llompart (10).

El Factor Abós. Por último, no podemos olvidar al protagonista del momento, el técnico. Si bien el propio J.L. Abós opta por quitarse protagonismo, “Sólo soy la cabeza visible de un equipo y de un cuerpo técnico, nada más, es el éxito de todos”, es indudable que también él, en primera persona, ha sufrido cambios. Se deja notar el trascurso de los partidos y la adquisición de experiencia. Más allá de los números, se aprecia una mejora en la gestión de los encuentros, tomando mejores decisiones en momentos oportunos. Por otra parte, y especialmente reseñable, es el paso adelante en lo que a los partidos como foráneo se refiere. Después de sufrir serios reveses durante los últimos años, en la presente campaña se ha logrado dos victorias fuera de casa, frente a CB Canarias y Asefa Estudiantes, después de competir en Valencia y con el punto negro de Gran Canaria. Porque ese ha sido durante mucho tiempo el problema del conjunto rojillo, que parecía incapaz no sólo de ganar, sino de competir, lejos del Príncipe Felipe, algo que este año parece solucionado.

En cualquier caso, tan sólo son números y apenas nueve partidos de competición, por lo que todo esto puede quedar en papel mojado. El éxito del CAI está en las manos de Abós y de los suyos, y alcanzarlo, al fin y al cabo, será lo único importante para el aficionado. 

Foto: ACBPhoto/E.Casas