ESPIRITU DEPORTIVO. El CAI Zaragoza se llevó una dura derrota (82-57) del Olímpic de Badalona, donde el FIATC Joventut no pierde desde hace tres meses, en un encuentro en el que no tuvo buenas sensaciones, a pesar de que pudo aguantar el marcador hasta mitad del segundo cuarto.
La falta de intensidad defensiva, reclamada por Abós durante el encuentro, junto a la falta de acierto en el tiro, le dejaron sin el sitio adecuado durante buena parte del choque. Los rojillos, además, perdieron el average con los verdinegros, que se colocan a dos victorias de los aragoneses.
Miralles y Norel protagonizaron un intenso duelo en la pintura
Comenzó el choque con un CAI frío que cedía un 8-0 comandado por Vives gracias a las facilidades otorgadas por los rojillos. Roll abrió la lata para los de Abós, que consumaron un 0-7 para equilibrar el choque consumidos los 4 primeros minutos. Guillem Vives seguía liderando con solvencia a los locales pese a que su producción se frenó, hecho que aprovechó McCauley en su primera acción en pista. Los verdinegros sumaban gracias a Miralles y Savané, pero Llompart igualó desde el triple a 14 un equilibrado cuarto que desestabilizó Savané con su cuarto punto.
Vives, erigido como líder de la Penya abría el segundo acto con un triple que nuestralizaba McCauley para que Llompart desde el libre igualase el tanteador a 19 (min. 12). Fue ahí cuando la anotación rojilla se frenó por completo y el Joventut lo penalizaba a golpe de triple. Barrera abría un festival al que los de Abós solo eran capaces de responder con un tiro libre de Sanikidze. Los de Badalona siguieron aprovechando el momento de debilidad visitante con dos triples de Shurna y otro de Cochran desde nueve metros para abrir tierra de por medio (35-20, min. 15). El CAI Zaragoza encontraba en la falta de acierto (4/17 en tiros de 2) la explicación a sus males. Llompart con un triple reivindicó el carácter del conjunto aragonés sin que se remediara la desventaja al descanso.
Sanikdize captura el rebote ante la oposición de Devoe Joseph
Aunque salió bien con un 0-4 el CAI Zaragoza decidido a remontar, todo quedó en un espejismo. Un 11- de los de Maldonado elevó hasta la máxima diferencia la ventaja local (50-29, min. 24). Meterse en el partido era el primer paso para la remontada y MacCauley con Savané arañó un 2+1 para seguir creyendo en el ecuador del acto. Sin embargo, el CAI se mostraba con ansiedad a la hora de buscar tiples para disminuir la desventaja sin encontrar el camino de la resurrección. Abós recibió una técnica en las postrimerías del cuarto, dejando el botín del lance en la desventaja de -20. La Penya seguía desatada con otro triple de Kirksay (61-37) pese a la primera canasta de Norel. “Si no jugamos con su intensidad defensiva, estamos muertos”, machacaba en el tiempo muerto José Luis Abós sus hombres, pero otro triple de Kirksay finiquitaba el tercer acto 67-40.
El último cuarto no cambió las cosas, ya que las inercias habían definido el encuentro. Ambos entrenadores buscaron dar minutos a los jóvenes, por lo que lo más positivo fue que Javier Marín volvió a disputar minutos tras su lesión y aportar energía en el tramo final del encuentro. Michael Roll con varias acciones consecutivas maquilló ligeramente un resultado que acerca a los perseguidores del conjunto rojillo a dos victorias con la presencia en los playoff aún por certificar.
Fuente: CAI Zaragoza