ESPIRITU DEPORTIVO. De manera incomprensible, Umacón Zaragoza se volvió con las manos vacías de su visita al Peñíscola Bodegas Dunviro. El conjunto local se llevó el triunfo por un ajustado 2-1, pero el resultado resultó a todas luces injusto teniendo en cuenta los méritos hechos por uno y otro equipo.
El partido se inició con el equipo local llevando la iniciativa. Fruto de ese dominio, Juanqui puso el 1-0 con disparo lejano que se coló por debajo de las piernas de Abel. La acción no hacía justicia al juego de un Umacón bien plantado sobre la pista. El gol tuvo un efecto positivo, ya que a partir de entonces fueron los zaragozanos los que se hicieron con el mando del partido y tuvieron ocasiones más que claras para haberse ido al descanso con empate.
En la reanudación los aragoneses salieron volcados al ataque, pero no hubo manera de encontrar el gol. El equipo dispuso de ocasiones clarísimas, peor Gus salvó al Peñíscola debajo de los palos. Los locales estaban encerrados pero Umacón no conseguía encontrar la vía hacia el gol. Incluso vio cómo se le anulaba un gol por una falta sobre Solano algo discutida.
A falta de cuatro minutos, el cuerpo técnico puso a Carlos Retamar como portero-jugador y los zaragozanos volvieron a asfixiar al conjunto local. Sin embargo, Peñíscola se encontró con el 2-0 en una contra que remató Diego Blanco. Umacón siguió volcado y al fin encontró el gol (2-1) gracias a Tejel en el último minuto. Parecía que el partido moriría ahí, pero Umacón aún gozó de dos ocasiones clarísimas a falta de 14 segundos y en la última jugada, pero quedó claro que no era su día.
La derrota supone un duro varapalo para el equipo que dirigen Jorge Sampedro y Jorge Peñaranda. El equipo sigue sin conocer la victoria tras cinco jornadas y se mantiene en la zona baja de la tabla, sólo por encima de un Gran Canaria que ha jugado un partido menos. El equipo sigue mejorando su juego, pero la ausencia de suerte le ha privado de conseguir su primera victoria.
Fuente: Umacon Zaragoza