YERAY CORTÉS / ESPÍRITU DEPORTIVO. Una pésima actuación arbitral impide al Real Zaragoza llevarse los tres puntos ante el Nàstic de Tarragona.
El Real Zaragoza ha sufrido un castigo inmerecido en el encuentro que ha disputado ante el Nàstic de Tarragona. Los blanquillos, que venían con la moral reforzada tras pasar de eliminatoria en Copa del Rey, querían volver a saborear el triunfo en el campeonato doméstico pero Figueroa Vázquez, árbitro del encuentro, ha provocado que eso no sucediera.
Aunque el partido del cuadro blanquillo no ha sido de los más brillantes en lo que va de temporada, los hombres dirigidos por Natxo González se adelantaban en el minuto 19. Gaizka Toquero, de cabeza, remataba un córner servido por Oliver Buff y superaba a Dimitrievski. Pero las cosas se torcerían antes de llegar al descanso. El guardameta del Nàstic, en una acción digna de un 'Óscar', simulaba una fuerte agresión de Borja Iglesias. El colegiado 'picó' y mostraba la segunda cartulina amarilla al delantero zaragocista. Y antes, Delmás ingresó en el campo en lugar del lesionado Alberto Benito.
Por delante quedaban 45 minutos que se convirtieron en un asedio constante del Nàstic de Tarragona. Cristian Álvarez y el resto de sus compañeros, todos defendiendo, se convirtieron en un muro que parecía infranqueable. Natxo agotó los cambios introduciendo a Papu y Guti por Toquero y Febas. Pero el Real Zaragoza era incapaz de crear peligro sobre la meta del Nàstic. Finalmente, en el minuto 87, Maikel Mesa remataba de cabeza y dejaba sin el premio de la victoria a los zaragocistas.