INÉS BUIL/ESPÍRITU DEPORTIVO. El portero del Real Zaragoza cree que hay que aprender de los errores cometidos en esta temporada y devolver al equipo al lugar que merece en primera división.
Otro final
"Me hubiera gustado acabar de otra manera, con otro resultado, no haber encajado sobre todo el primer gol… Los goles encajados también formaron parte de mi carrera, me han hecho quien soy, y hasta el último partido de mi vida he encajado. Me quedo, siendo un poco egoísta, con haber jugado mi último partido oficial, y orgulloso de haberlo hecho en un club tan importante como el Real Zaragoza".
Mala temporada
"Siempre he tenido ilusión y he pensado en grande. Pero hemos sido muy irregulares, tenemos que ser autocríticos, los responsables somos los jugadores. El club merece otro tipo de resultados, la afición también, y a ver si a partir de la temporada que viene, aprendiendo de los errores cometidos, el Zaragoza vuelve a tener el lugar que merece, que es en primera división".
Trabajo en vestuario
"He hecho mi deber, estar a disposición de lo que el entrenador necesite. Me debí estos seis meses a esta camiseta, tratando de dar lo mejor desde el lugar que me tocara. Por respeto al club y al escudo, siempre he tratado de ser positivo".
Despedida definitiva
"Es una decisión que llevo meditando. Nunca me he perdido un entrenamiento en estos seis meses, he hecho todo a la par que Ratón, pero tengo que ser sincero: me duele todo. El físico me pasa factura, y creo que no hubiese podido sostener un determinado nivel como para permanecer en segunda división y con un equipo como el Zaragoza".
"Mi idea es prepararme aquí como entrenador, quiero quedarme seis meses en Europa porque están los mejores. Vendré a apoyar como un aficionado más la temporada que viene".