GUILLERMO COSCOLLA / ESPÍRITU DEPORTIVO. No le gustó la versión de su equipo en el plano defensivo.
El Real Zaragoza no pasó del empate en el día de ayer ante un Reus que le dio la vuelta al marcador en la segunda parte gracias a dos errores defensivos del conjunto aragonés. Tras el partido, Agné habló del aspecto defensivo y de la facilidad con la que le hacen gol a su equipo: “Tenemos que mejorar defensivamente, mejorar los registros, no podemos encajar tanto y encajar tanto con tan poco”. Porque lo que más le molestó al técnico es que “vino un buen equipo pero al final me ha hecho dos ocasiones de gol y me ha hecho dos goles”. Y pidió “hacer un esfuerzo todos y defensivamente ajustarse ya”.
En cuanto a lectura general de los 90 minutos, el de Mequinenza comentó que “enfrente teníamos un buen equipo y lo sabíamos, con un muy buen juego de posición y que te va durmiendo con el balón, pero en la primera parte no nos había chutado y hemos hecho lo más difícil, ponernos por delante, y en la segunda parte hemos entrado mejor que en la primera”.
El empate, que llegó tras un “desajuste defensivo que no nos podemos permitir”, reconoció que “nos dejó tocado” y después llegó la remontada del Reus con un “error todavía más grosero porque es un balón que llega muy arriba y me lo ganan y después entra un rival solo de frente a portería”. Pero Agné hizo autocrítica y es consciente de que él es el primero que tiene hacer todo lo posible para que eso no suceda: “El responsable soy yo y soy el que tiene que intentar mejorar eso”. A pesar de los errores, Dongou apareció a cinco minutos para el final y logró rescatar un punto que le dejó un sabor agridulce al entrenador aragonés: “Un equipo como nosotros, y en nuestro campo, debe ser consciente que nos tememos que dejar el alma hasta final. Hemos levantado un partido que teníamos perdido y si la fortuna nos hubiese acompañado hasta lo podíamos haber ganado, por tanto sensación agridulce y a seguir trabajando que queda mucho y hay que mejorar muchas cosas”.