J.V / ESPIRITU DEPORTIVO. Llega un momento que si pones la vista atrás cuesta saber qué es lo que le ocurre realmente al Real Zaragoza. Cuando las cosas parece que pueden ir bien, se terminan torciendo. ¿Casualidad o maldición?
Cualquiera que siga un poco la actualidad del Real Zaragoza, sabrá que en los 4 años que lleva el club en Segunda División, han pisado La Romareda cientos de jugadores, la mayoría difíciles de recordar, y decenas de entrenadores. Tampoco hay que olvidar las lesiones, donde cada temporada la plantilla queda mermada. Y qué decir de los árbitros, de los cuáles se podrían escribir capitulos enteros sobre actuaciones más que sospechosas.
Nos podemos llevar las manos a la cabeza y pensar que la suerte no está de cara, sin embargo, hay que ir más allá. Lo que hay que preguntarse es cuál es el origen de las decepciones de los últimos años. Cuando llega una crisis deportiva como la actual, siempre se mira al entrenador, pero ¿tiene la culpa Luis Milla?
Una mala racha la tiene cualquiera, y si no que se lo pregunten a Popovic, Carreras, Víctor Muñoz, Paco Herrera…todos fueron salvadores en su momento y en una mala racha fueron despedidos. ¿Quién dice que un futuro entrenador vaya a solucionar todos los males que no lograron los anteriores? En ese caso. ¿Otra destitución más? Quizás la solución esté más arriba, o quizás sea verdad que estamos ante un virus incurable.