Suicidio colectivo

YERAY CORTÉS / ESPÍRITU DEPORTIVO. Los errores defensivos en la primera parte condenaron al Real Zaragoza.

Dos equipos que encadenaban rachas negativas de resultados se enfrentaban en La Romareda con la intención de romper esas dinámicas. Por un lado, el Elche, recientemente eliminado de la Copa del Rey. Y en el bando local, un Real Zaragoza cuyo entrenador está más fuera que dentro.

Barrera por Juan Muñoz en el once zaragocista

Milla dejaba en el banquillo a Juan Muñoz, uno de los jugadores más en forma del equipo para dar entrada en la formación inicial a Barrera. Quizá, esta decisión del técnico fue tomada con la intención de tener más alternativas ofensivas en el banquillo, ya que Muñoz salió en la segunda parte.

Los fallos defensivos blanquillos permiten al Elche ponerse 0-3

Ambos conjuntos se mostraron un respeto mutuo en los primeros compases del encuentro, siendo la primera ocasión para los franjiverdes por medio de Javi Hervías. El Elche dominaba ante un miedoso Real Zaragoza, que regalaba el partido con tres fallos defensivos que aprovechaban los visitantes para obtener una ventaja de tres goles.

En el minuto 28, Pedro Sánchez centraba un balón al interior del área. Falta de entendimiento entre Cabrera y Silva, Nino deja pasar el cuero al primer palo y Pelayo marca a placer. Seis minutos más tarde, es Albert Dorca el que envía el esférico y Nino se aprovecha de un grave fallo de Irureta y hacer el 0-2. 

Pero la cosa no terminaba ahí. Juan Carlos evitaba el 1-2 de Ángel y, en la acción posterior, pared entre Nino y Pelayo en el borde del área que define este último. 0-3, descanso y La Romareda que no daba crédito a lo que estaba viendo.

Cambios y pequeña reacción

Consciente de que el partido estaba muy cuesta arriba, Luis Milla daba entrada a Juan Muñoz por Barrera en el descanso e, instantes más tarde, a Edu García por Xumetra. Los cambios dieron un poco más de mordiente al Real Zaragoza en ataque. Los reflejos de Juan Carlos salvaron el gol de Juan Muñoz, que remataba en el área pequeña. El otro jugador que ingresó en el terreno de juego, Edu García, sirvió un balón para Ángel y este establecía el 1-3. Ese tímido intento del Real Zaragoza por lograr una épica remontada se quedaba en eso, en un intento.

Final con bronca

El 1-3 final provocaba una sonora pitada de la afición zaragocista, dirigida más a los jugadores que a Luis Milla. Ya que los principales señalados por la derrota ante el Elche son los hombres que han estado sobre el terreno de juego y que, de forma colectiva, se han suicidado en una primera parte para olvidar.