GUILLERMO COSCOLLA / ESPÍRTU DEPORTIVO. Permitió que el Real Zaragoza no se volviera de vacío.
Sin el arranque deseado y con ciertas dudas en algunas de sus intervenciones en las primeras jornadas de Liga, Irureta sumó, tras el partido ante el Nàstic, el segundo encuentro consecutivo sin recibir ningún gol. Además, fue el héroe del encuentro ya que en el minuto 44 se encargó de parar un penalti.
El Real Zaragoza se dedicó a desplegar su capacidad defensiva durante la mayoría del partido en el Nou Estadi y aunque el Nàstic apenas tuvo llegadas peligrosas al área de Irureta lo cierto es que el portero vizcaíno terminó con buena nota el examen de hoy, y en el anterior ante el Alcorcón, ya que también dejó la puerta a cero y no dio los síntomas dubitativos de comienzo de temporada.
En los dos primeros desplazamientos el equipo blanquillo encajó siete goles (tres en el Anxo Carro y cuatro en el Ciutat de Valencia) y en el tercer partido del equipo lejos de La Romareda la única misión era la de cerrar la portería y de demostrar la fortaleza defensiva.