GUILLERMO COSCOLLA / ESPÍRITU DEPORTIVO. El Real Zaragoza recibe, a las 20:00 horas, al último clasificado.
Solo tres partidos para que finalice la Liga regular en La Romareda y el primero de ellos se jugará esta tarde ante el Bilbao Athletic. De los tres equipos que tienen que pasar por el Municipal (Bilbao Athletic, Nàstic y Oviedo), a priori, y con la clasificación en la mano, el de hoy ante el filial bilbaíno es el que más probabilidades tiene de saldarse con victoria blanquilla, aunque en el fútbol y más en esta Segunda División no hay nada escrito.
Partido peligroso a pesar de ser el colista de la categoría. Peligroso porque es un rival con buen trato de balón, porque tiene jugadores como Aketxe y Santamaría con calidad en sus botas, porque un filial, y más el del Athletic, siempre da respeto y porque no querrán ser de Segunda División B en La Romareda.
Pero al Real Zaragoza no le asusta nada y buscará una nueva victoria en su estadio donde es el quinto mejor equipo como local. Además, hoy más que nunca, los tres puntos se necesitan urgentemente por la victoria de ayer del Nàstic que marca el ascenso directo con 60 puntos a falta de juegue el Alavés que lleva 59. Todo lo que no sea ganar supondría vivir una semana más entre el cúmulo de equipos que quieren un sitio en la Promoción.
Lluís Carreras recupera a hombres importantes. Culio, Hinestroza y Lanzarote volverán al once titular tras perderse el último encuentro ante la Ponferradina. Tres futbolistas fundamentales y necesarios en este tramo final de la temporada. Sin ellos, el Real Zaragoza es otro tal y como se vio en El Toralín donde apenas se ofreció una versión decente del conjunto aragonés.
No se espera un once con sorpresas y la única duda será quien ocupará la delantera. El gol de Ángel el pasado fin de semana, que sirvió para sumar un punto, le hace tener más opciones que un Dongou que a pesar de no ver puerta en El Toralín da muestras de mejoría jornada tras jornada.