YERAY CORTÉS / ESPÍRITU DEPORTIVO. El jugador aplaudió a la que fue su afición que, sin embargo, le despidió con pitos.
El regreso de Alfredo Ortuño a La Romareda era uno de los atractivos del Real Zaragoza – Mallorca, y más después de las declaraciones del jugador en las que aseguraba que celebraría un gol ante el conjunto blanquillo.
A los 67 minutos de juego, y sin marcar ningún tanto, Ortuño se retiraba del terreno de juego y La Romareda le dedicaba una gran pitada aunque el delantero aplaudió a la que fue su afición durante 4 meses.