ESPIRITU DEPORTIVO. Aragón forma parte de una hermosa cordillera montañosa que merece ser el centro de atención de todos.
El pico Aspe, en el Pirineo aragonés, y con una altitud de 2645 metros sobre el nivel del mar, es uno de los picos de los Pirineos selectos para un vivir una aventura en plena montaña.
En este artículo de Espíritu Deportivo se dará un pequeño esbozo de lo que es la ascensión al Aspe desde Candanchú. Aunque existen otras rutas, la que parte desde la estación de esquí de Candanchú es la más común entre los alpinistas aventureros. La célebre montaña ofrece una vista más que impactante tanto desde el Puerto de Somport como desde Candanchú, pero es imposible no quedarse deslumbrado con su vertiente sur que ofrece una ruta hermosa desde el valle de Aísa.
Más de mil cien metros de desnivel por un terreno empinado y cambiante, es la aventura perfecta para las personas que aman lo extremo. En este recorrido se puede apreciar los distintos colores de la naturaleza, así como las torres y paredes rocosas de las montañas aledañas que contrastan perfectamente con el suave tono de las cimas montañosas.
Si no eres de los que escalan montañas, un viaje aéreo permitirá conocer la cumbre y tener una vista panorámica de la zona, pero quienes experimentan la emoción de la subida al Aspe dan fe del mirador de primer orden de los valles y montañas de este sector del Pirineo.
Normas de seguridad para la ascensión al Aspe desde Candanchú
Nuestro recorrido comienza en Candanchú, que tiene una altitud base de 1530 metros, y donde se llega fácilmente en coche, pero si es propio, debe dejarlo en el estacionamiento de la estación.
Para poder ascender al Aspe, es importante el buen clima, de hecho si hay mucha nieve o lluvias, no es recomendable por seguridad de los visitantes.
Lo primordial es ir en dirección suroeste, utilizando el telesquí Príncipe de Asturias II, dirigiéndose a un sendero que llega a la zona de la Rinconada y Tortiellas.
En el recorrido del telesquí, se puede apreciar el tubo de la Zapatilla y la zona de Tortiellas. En los días donde la nieve no cobija a las montañas, se puede vislumbrar el verde de ellas.
Ya en este punto, el recorrido no está marcado, ya que los alpinistas frecuentes deciden su propio camino, por lo que hay que tener mucho cuidado con el terreno donde se pisa y el camino que se sigue. En el camino es posible contemplar muchos paisajes como el pico Collarada, la zona de IP, el vértice y pico del Anayet, o el Midi, entre otros.
Una vez pasada las zonas de esquí, para continuar la ascensión al Aspe, se debe pasar por detrás del espolín y subiendo los neveros, hasta llegar al corredor del Aspe. Hay que tener mucha cautela, debido a que comienzan a sentirse los desniveles, y que además hay millones de piedras erosionadas por el congelamiento, húmedas y resbaladizas. A muchos les encanta subir cuando hay nieve, porque en este punto la cosa se vuelve todo un reto. Cuando se está alcanzando máximas alturas, se puede apreciar la Mesa de los tres reyes y el Anie en Navarra.
Vista panorámica desde el Aspe
Tres horas de caminata merecen la pena cuando al final del recorrido se ofrece una vista panorámica sin igual, junto al Pico del Águila, Lecherines y Mayos de Lecherines, el Midi, La Llena del Bozo y de la Garganta, o el Bisaurin.
No es lo mismo leerlo que vivirlo, así que la invitación es para todo el que tenga la oportunidad de ir a España, Andorra o Francia, a que aprovechen ese momento para lograr este reto junto a todos los viajeros extremos que van cada año a admirar esta belleza natural.
Si duda muchos dirán: "Que bonito lo pintan, pero no debe ser nada fácil". Si bien es cierto, lo que también es verdad es que es una gran experiencia por las maravillosas vistas que ofrece de la naturaleza, y es que para llegar a los mejores lugares, donde no hay contaminación y todo es perfecto, hay que hacer siempre un esfuerzo.
Si quieres más información sobre la ascensión al Aspe, no dudes en contactarnos. Además, si tienes fotos puedes compartirlas con nosotros. ¡A disfrutar la de la montaña!