JAIME PARICIO/ESPIRITU DEPORTIVO. La victoria de Hamilton por delante de Vettel permite a Fernando Alonso seguir soñando con ser campeón.
Fíjense lo que es la vida, que hasta hace escasos días todos nosotros claudicábamos contra Hamilton, después de los roces que han tenido él y Alonso tras haber estado juntos en McLaren. Ayer, Hamilton fue un amigo, un aliado. El inglés con un gran ritmo, adelantó a Vettel, y quedó primero en una espectacular carrera por su parte. Alonso, que salía desde la séptima posición, en la primera curva ya estaba cuarto, y dando guerra. Aguantó ahí a las mil maravillas, y se colocó tercero tras la debacle de Webber, que volvió a acabar fuera de carrera. El asturiano, con una velocidad razonablemente más lenta que Hamilton y Vettel, se mantuvo en la tercera plaza, sin arriesgar. Parte de la relajación se debió a que Massa adelantó a Raikkonnen, y se colocó detrás de su compañero de equipo.
Saliendo de inicio, primero Vettel, y Alonso séptimo, el resultado no es malo, ni muchísimo menos. Eso sí, está muy díficil y las opciones de Fernando pasan por acabar en podio:
1º Que Alonso gane la carrera, y que Vettel acabe quinto o peor.
2º Que Alonso quede segundo, y que Vettel acabe octavo o peor.
3º Que Alonso quede tercero, y que Vettel acabe décimo o peor.
Complicado y mucho, pero hay que recordar que Vettel ganó el Mundial a Alonso en la última carrera con quince puntos de desventaja, dato que nos hace confiar y creer en la suerte y calidad del piloto español, que tantas alegrías nos ha dado. Dentro de una semana, será la carrera en el circuito de Interlagos (Brasil) y solo podemos decir, ¡Vamos Fernando!