A pesar de que el comienzo de la temporada 2021-2022 debería servir para hacer borrón y cuenta nueva para todos los equipos, la verdad es que resulta difícil sustraerse del pasado más inmediato, sobre todo cuando este ha sido entre mediocre y malo, que es precisamente el caso del Real Madrid, que afronta la nueva competición con algunos lastres importantes.
La resaca de la Super Liga
La Super Liga europea, proyecto que de momento parece en suspenso sine die, iba a ser una liga que hubiera enfrentado a los clubes más grandes del continente, que junto a Sudamérica han dominado el fútbol mundial desde sus comienzos, lo cual hubiese supuesto un aumento considerable del espectáculo (parece que las ligas nacionales se han vuelto un espectáculo menos atractivo en una época en la que sobre todo los más jóvenes se encuentran hiperestimulados con plataformas como Twitch, YouTube, las plataformas de streaming…) y sobre todo un aumento en los ingresos de las grandes franquicias del fútbol europeo, las cuales están viviendo una situación económica muy delicada a pesar de que el Real Madrid cuenta con patrocinadores de la talla de Audi, EasyMarkets, Mahou, Nivea for Men, EA Sports, etcétera.
Y es que la restricciones en la movilidad no han pasado en vano y aunque parezca mentira en una época en la que los partidos cuentan con audiencias potenciales de centenares de millones de personas alrededor de todo el mundo, lo cierto es que los equipos logran mucho dinero de la venta de entradas para partidos o museos (los tours de equipos como el Barsa, el Real Madrid, el Bayern de Múnich o el Manchester United ofrecen una experiencia única incluso para aquellos que no son fanáticos del fútbol), así que no es extraño que el proyecto de una liga de fútbol europea que se asemeje al espectáculo de la NBA haya revivido, aunque fuera por un periodo de tiempo muy corto, de la mano de la crisis provocada por la pandemia.
Ni un sólo céntimo para fichajes
Aunque el equipo capitalino afronta la nueva temporada con altas y bajas ninguna de las mismas costará ni un sólo euro, ya que la mayoría de las incorporaciones son las de jugadores que regresan después del periodo por el que fueron cedidos a otros equipos, y la de David Alaba (que llega directamente del Bayern de Múnich) es un traspaso a coste cero.
Y es que la necesidad de apretarse el cinturón parece haber aparcado al menos de momento la era de los fichajes galácticos, época en la cual el club blanco se superaba una y otra vez rompiendo varias veces su propio récord en el ranking de los fichajes más caros de la historia, aunque en estos momentos el París Saint Germain inundado de los ingentes recursos monetarios cataríes ocupe los primeros puestos con holgura.
Pobres resultados en la pretemporada
Si en otros tiempos la falta de fichajes no hubiera resultado un problema para un equipo perfectamente engrasado que coleccionaba títulos de la Champions, en esta ocasión el Real Madrid no viene precisamente de cerrar una temporada 2020-2021 exitosa, ni la pretemporada hace creer que la temporada recién comenzada vaya a finalizar con mayores éxitos, ya que sólo consiguió imponerse al Fuenlabrada por 3 a 1, empatando con el Rayo Vallecano y el Milan, y perdiendo contra el Rangers por 2 a 1.
Carlo Ancelloti ya ocupó el banquillo blanco dos temporadas entre el 2013 y el 2015, en las cuales el Real Madrid logró levantar la décima Champions y su decimonovena Copa del Rey de la historia, y aunque la segunda temporada tan sólo consiguió dos títulos que pueden considerarse menores para un club de esta entidad, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, lo cierto es que el exjugador y actual entrenador italiano se postula a actuar de nuevo como el revulsivo que ya fue en una ocasión tras la poco productiva etapa de Mourinho, el cual de los grandes títulos a los que aspira a ganar siempre el Real Madrid tan sólo logró el título liguero en el 2012, además de una Copa del Rey y una Supercopa de España.