ESPIRITU DEPORTIVO. Las últimas nevadas han cambiado totalmente el paisaje de las estaciones de esquí, que esperan una buena afluencia en lo que queda de invierno.
El año ha comenzado con buenas expectativas para las estaciones de esquí del Pirineo aragonés, al que cada año acuden más personas de todo el país y de fuera de él, que llegan a la región, y pueden hospedarse en ella gracias a buscadores, como el que permite encontrar hoteles baratos con Expedia. Tras un pasado mes de diciembre inusualmente cálido y seco, que estaba llegando a fundir casi toda la nieve que había caído en noviembre, pero afortunadamente el pasado día 2 de enero nevó de nuevo en todas las estaciones repartidas por la cordillera, desde Astún hasta Cerler. Esta nevada, de hecho, puede salvar lo que queda de la campaña de Invierno.
En las estaciones de Formigal y Panticosa cayeron alrededor de siete centímetros de nieve en las cotas más elevadas. Los aficionados y visitantes pudieron disfrutar del manto de nieve blanca recién caída y hasta con algún que otro momento de sol, según fuentes del consorcio aragonés de la nieve.
Por otra parte, en Celer, se registraronhasta cinco centímetros de la tan esperada y ansiada nieve, lo que permite mantener abiertas las pistas más elevadas y abrir otras ubicadas a más baja cota si se cumplen las predicciones atmosféricas, que apuntaban a la llegada de diversas borrascas durantes estos días..
Más al norte, en el valle de Benasque, las pistas de Llanos del Hospital, recibieron también una nevadaque cubrió toda su extensión, que hasta ahora era de los pocos puntos del Pirineo donde no se echaba de menos la nieve gracias a su altitud.
La nieve, sin duda, también ha sido igualmente de beneficiaria en el Valle de Aragón, donde Candanchú permanecía completamente cerrada a finales del pasado año, ante la falta de precipitaciones y un tiempo con fuertes vientos, que había dejado desnudas las laderas de sus pistas en diciembre.
El presidente de la Asociación turística del Valle de Benasque (La ATEVB), José María Ciria, subrayó que la nieve iba a venir muy bien, y su vez indicó que antes de la reciente nevada, ya funcionaba la emblemática pista de El Gallinero. Ciria aseguró que esta nevada era una bendición, que suponía contar con un manto de nieve de excelente calidad.
Además, añadió que durante estos días el Valle de Benasque registró una ocupación próxima al 100%, sin predecir lo que pasaría en el puente de Reyes. El hecho de que se hayan podido incrementar los kilómetros esquiables, influirá seguramente para que el número de visitantes se vaya viendo aumentando.