ESPIRITU DEPORTIVO. El Andorra dice adiós a la eliminatoria, ya que ayer, tras 180 minutos de partido, una prórroga y unos lanzamientos de penaltis, se deshizo la ilusión de seguir vivos.
El Jumilla logró clasificarse. El partido de principio a fin fue muy disputado por parte de los 2 equipos, pero ya se sabe que cuando hay penaltis eso ya es suerte.
El público estuvo volcado en todo momento, por eso el Andorra salió con un plus de motivación, carácter, ganas y fuerza. El portero visitante cuajó una excelente actuación, ya que después de 90 minutos parando lo imparable consiguió detener 4 penaltis e incluso meter el gol definitivo que dio la puntilla al equipo aragonés.
Los andorranos no bajaron la guardia en todo el partido, ya que acometían a su rival por ambas bandas e incluso por el centro, sin embargo, el tiempo corría y no entraban las ocasiones que deberían haber entrado, el desgaste físico se hacía notar y el final del partido llegaba. En la prórroga ambos equipos acusaron el desgaste y parecía que los penaltis eran el desenlace que ambos querían. Así fue, solo que al final la balanza se decantó por el Jumilla.