ESPIRITU DEPORTIVO. El Levante ha sido el equipo más "sucio" que ha pasado por La Romareda, muy diferente a lo que es su ejemplar afición.
El conjunto valenciano ha pasado por La Romareda como si de un combate de boxeo se tratara. Pérdidas de tiempo, patadas, agresiones, y juego sucio en general es lo único que se ha visto de un equipo que está nada menos que luchando por los puestos de Liga de Campeones.
Si quieres ser un equipo que juegue en Europa hay que mostrar más argumentos de los que ha hecho esta mañana en La Romareda. Apenas se ha visto fútbol por su parte. El gol, el palo y poco más. El Real Zaragoza en todo momento ha intentado jugar pero la permisividad del árbitro para sancionar a los levantinistas ha hecho que los jugadores cada vez se crecieran más a la hora de hacer un fútbol lamentable para un equipo de Primera División.
Jugadores como David Navarro o Iborra debían haber sido expulsados. Sobre todo el primero tras una innecesaria agresión a Sapunaru que lo ha dejado tendido un rato en el suelo.
En el lado opuesto se encuentra su afición, que no ha parado de animar a pesar de que el fútbol desplegado no era el más bonito de cara al espectador. La afición del Levante no merece este equipo.