JAVIER VEGAS/ESPIRITU DEPORTIVO. El Real Zaragoza sacó un empate de Mallorca (1-1) en un partido que se puso muy cuesta arriba desde el principio con la expulsión de Loovens.
Pocas veces puedes pedir algo más a un equipo cuando juega fuera de casa prácticamente todo un partido con un jugador menos. Eso es lo que le ha pasado al Real Zaragoza cuando ha visto como en el minuto 13 Loovens era expulsado por doble amarilla. A partir de ahí, el conjunto de Manolo Jiménez tuvo que derrochar casta, lucha, esfuerzo y algo más que todo eso para rascar un justo empate ante un rival directo.
El partido comenzó con un Zaragoza que trataba de presionar en campo del Mallorca, aunque el juego era algo espeso por parte de ambos conjuntos. Poco se había visto cuando llegó la jugada del partido. Nsue cae en el área del Zaragoza y el colegiado no duda en pitar penlati y en expulsar a Loovens por segunda amarilla. Roberto entró en acción y sacó una manopla para desviar fuera de gol la pena máxima lanzada por Víctor.
Los jugadores zaragocistas pudieron respirar tranquilos, aunque sin tiempo para mucho más Postiga iba a poner por delante en el marcador a los suyos. Apoño pone el balón en el corazón del área local, el Mallorca falla en el despeje y Postiga aprovecha el balón suelto para batir a Aouate.
El 0-1 podía permitir soñar, sin embargo, había que ser conscientes de que el partido no había hecho más que empezar y el hecho de jugar con 10 era un hándicap demasiado grande. A partir de entonces el Mallorca se fue arriba a por el empate, aunque el Real Zaragoza apenas pasaba apuros. Los de Caparrós trataban de crear peligro con balones largos, aunque demasiado fáciles para la zaga maña que los cortaba sin demasiados problemas.
Ya en la segunda parte, el cansancio acumulado de los de Jiménez se hizo notar sobre el campo y el Mallorca disfrutó de los mejores minutos. Los locales empezaban a tener claras ocasiones, sobre todo, por parte de Hemed y Nsue. Sin embargo, el poco acierto de los delanteros o la efectiva defensa zaragocista impidieron el empate.
En ese momento Manolo Jiménez aprovechó para coger aire fresco y metío a José Mari por Víctor reforzando así el centro del campo y posteriormente a Abraham por Paredes. El efecto de los cambios poco duró y es que el Mallorca seguía avisando con peligro hasta que llegó el empate de Víctor tras cabecear un centro de Gio al que nada puede hacer Roberto.
Era el minuto 86 y el Zaragoza se vino abajo tras intentar aguantar el resultado todo el partido. Aunque el Mallorca aún tuvo alguna ocasión para ganar, el resultado se quedó en un empate que es lo más justo tras lo visto durante los 90 minutos.
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