JAIME PARICIO/ESPIRITU DEPORTIVO. Desde que se inauguró el estadio, el 16 de enero de 1972 bajo la dirección de Josa María Mur Coronas, el campo ha tenido siempre un césped muy poco común en los terrenos de juego, la hierbabuena.
Este tipo de césped ha aguantado a las mil maravillas el paso del tiempo sin necesidad de ser replantado y sin sufrir modificación alguna. El campo ha presenciado miles de partidos del club aragonés pasando por categorías regionales, preferentes o de Segunda División, incluso llegando a presenciar un partido de la selección sub 21 ante Grecia. A lo largo de la historia el estadio se ha remodelado, especialmente en estos últimos siete años en los que recibe una subvención de la LFP de cinco millones de euros para la remodelación del mismo. La colocación de asientos, la construcción de oficinas y servicios en un edificio parejo al campo o mejoras en el vestuario y cabinas de prensa son varias de las reformas que ha sufrido el mítico campo de El Alcoraz. Sin embargo, lo que nunca ha sido alterado ha sido el césped, cosa en la que hacen hincapié la mayoría de equipos.
Obviamente es tratado con los mantenimientos específicos cada temporada, pero nada más allá de lo necesario. Cabe destacar que el terreno de juego fue "premiado" por la prestigiosa revista de fútbol mundial France Football como el cuarto mejor césped del continente europeo. Últimamente ha estado en el punto de mira de todos los equipos que visitan Huesca, por el fuerte temporal que acechó el pasado mes a la ciudad aragonesa. Hace tres jornadas se suspendió el partido contra el Barcelona B por el impracticable estado en el que se encontraba el césped tras las fuertes
lluvias caídas. Caso muy similar pasó contra otro filial, el madridista. Esta vez, si se jugó aunque en pésimas condiciones.
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