JAIME PARICIO/ESPIRITU DEPORTIVO. El lateral uruguayo, que vino libre al Huesca, ha tenido una díficil carrera truncada por una lesión de rodilla que se le alargó más de lo previsto.
El uruguayo Carlos Diogo, que nació en la capital, Montevideo, empezó a jugar en su país natal. Comenzó su carrera en el River Plate de Uruguay, en el que tras cuatro años y setenta y cuatro partidos, marcó cuatro goles. De ahí, se marchó a otro de los clubes importantes de su país, el Peñarol. En este club, jugó durante una temporada una quincena de partidos marcando
un tanto. A raíz de esta buena temporada, fichó por uno de los clubes más importantes del continente sudamericano, River Plate. Poco duró en el equipo argentino, ya que al final de la temporada dio el salto a Europa, fichando por uno de los mejores equipos del mundo, el Real Madrid.
Su buena temporada en el histórico argentino le valió una plaza en aquel Real Madrid de Fabio Capello. Tras una
temporada relegado a la suplencia y sin apenas minutos en sus botas, fue cedido al Real Zaragoza con una opción de compra de cinco millones de euros. En una temporada más que notable en el conjunto aragonés, fue adquirido en propiedad por el equipo que por aquel entonces presidía Eduardo Bandrés. La compra fue totalmente justificada haciendo un gran campeonato de Liga, en el que con sus centros, y su velocidad por la banda enamoró a la afición zaragocista. De aquí vendrían sus mejores años como futbolista, en los que cuajó unos grandes partidos y se conviritió en uno de los "intocables" de la plantilla.
En esta misma temporada (06-07) vino el momento más oscuro, lamentable y polémico de toda su carrea profesional. Durante un encuentro disputado el siete de enero de 2007, entre el Real Zaragoza y el Sevilla, en un lance del encuentro, Luis Fabiano y Carlos Diogo se liaron a puñetazo limpio dando un espectáculo lamentable a todo aquel que estuviera viendo el encuentro, ambos fueron sancionados con tan solo cinco partidos. En la siguiente temporada vendría la peor
noticia de su carrera: se rompió el ligamento anterior cruzado de su rodilla derecha, durante un Zaragoza-Valencia. En principio se estimó que estaría de vuelta a finales del año, pero volvió a recaer y estuvo otro año más parado, y en diciembre de 2009, ya entrenaba con sus compañeros. El doce de este mes, volvió a los terrenos después de más de un año y medio parado. Fue en un partido contra el Athletic en el que jugó de manera espectacular, anotando un buen gol. Curiosamente ese fue el encuentro, en el que se destituyó a Marcelino García Toral, entrenador que ascendió al equipo maño a la categoría de oro del fútbol español. El caso es, que desde aquella lesión tan grave, jamás volvió a ser el mismo Diogo, ni siquiera una sombra de lo que fue en aquellos maravillosos partidos con la elástica blanquilla. Tras una temporada y media en la que no destacó y fue muy irregular, el equipo emitía un comunicado en el enunciaba, que ambas partes habían acordado la rescisión del contrato del jugador uruguayo. No encontró equipo hasta enero de 2012, cuando fichó por el CSKA Sofía. Su aventura búlgara tan solo duró dos semanas, cuando se desvinculo del club, no habiendo jugado ni un solo partido. En el pasado mes de septiembre, Diogo fichó por la SD Huesca, retomando así su carrera por España.
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