GUILLERMO COSCOLLA / ESPÍRITU DEPORTIVO. El Real Zaragoza prescinde del técnico serbio.
Fin a la "etapa Popovic". La derrota de ayer en Tarragona ante el Nàstic (3-1) y la imagen insuficiente que ofreció el Real Zaragoza a lo largo de los 90 minutos, ante un recién ascendido de Segunda División B, desencadenó en la destitución de Ranko Popovic como técnico del equipo aragonés.
El serbio llevaba tiempo en la cuerda floja y viviendo en una situación de incertidumbre dependiendo siempre de encadenar dos o tres victorias consecutivas. Desde el partido en Lugo, donde el Real Zaragoza consiguió sacar un punto, Popovic ha ido de final en final jugándose su cargo cada jornada.
Salvó “su cabeza” en Ángel Carro con el empate, volvió a salvar su puesto ganando a la Ponferradina y empatando a la jornada siguiente en el Nuevo San Mamés ante el filial del Athletic de Bilbao. Y finalmente, el empate en La Romareda ante el Numancia (2-2), después de ponerse dos cero en el marcador, y la derrota de ayer en Tarragona, ha acabado definitivamente con el cargo de Ranko Popovic al frente del banquillo del Real Zaragoza.
Ranko Popovic llegó a la entidad aragonesa el 24 de noviembre del 2014 junto a su ayudante Vlado Grujic y ambos firmaron por lo que restaba de la temporada 2014-2015 y una más. Sin embargo, la irregularidad que venía arrastrando el equipo, la incapacidad para ofrecer algo distinto cuando la situación lo merecía y las pocas soluciones que llegaban desde el banquillo cada jornada, hicieron que Ranko Popovic no cumpliera la temporada y media que firmó el año pasado.
El entrenador balcánico cumplió así 391 días bajo la dirección técnica del Real Zaragoza. Un camino, el que recorrió Popovic, que será recordado por quedarse a seis minutos de conseguir el ascenso a Primera División.