JAVIER IBÁÑEZ/ESPIRITU DEPORTIVO. El lunes llega a La Romareda el Granada, próximo rival del Real Zaragoza. Y no hay mejor manera para resarcirse de una dura derrota que en tu casa y ante un rival directo que en caso de ganar, el equipo maño superaría en la tabla.
Si recordamos el partido de la primera vuelta ante el Granada, el Real Zaragoza no llegaba de la mejor manera posible. Gracias a ello, Jiménez se vio obligado a buscar algún cambio, alguna pieza y posicionamiento diferente en su esquema para intentar revertir la situación y arrancar hacia arriba. Esta vez, el Real Zaragoza llega en una situación mucho más crítica que en la anterior, por lo que la búsqueda de ese cambio se hace ya inevitable y necesaria.
En aquél encuentro en Granada Manolo Jiménez introdujo un cambio notable respecto a jornadas anteriores, prescindió del trivote e introdujo un 4-2-3-1 con una línea de tres medias puntas con Zuculini en banda derecha, un jugador intenso y trabajador que ayudaba en todos los aspectos.
Ahora, ante el mismo rival y con la mala situación que atraviesa el conjunto blanquillo hay que buscar alternativas. Una de ellas podría ser la misma, prescindir del trivote y jugar con dos medios: José Mari, el típico centrocampista defensivo que guarda las espaldas de sus compañeros y que siempre es necesario, acompañado por Apoño (si finalmente se recupera) o Movilla (sin descartar la opción de Babovic). El primero más organizador que el segundo, y el segundo ofrece mayor contención que el primero. Si Jiménez apuesta por un cambio de sistema y opta por dos pivotes, en la línea de medias puntas debe apostar por jugadores más ofensivos y rápidos que puedan poner en aprietos a la defensa granadina.
No valdrá lo visto anteriormente, con un falso 4-2-3-1 siendo Apoño el media punta que normalmente se situaba cerca del círculo central haciendo de organizador y no tanto de enganche, o ese 4-1-4-1 poco ofensivo situando por detrás de Postiga a Apoño y Movilla, siendo Movilla un jugador que en esa posición aporta poco por no ser la suya y requerir un gran esfuerzo en la presión que pronto le deja exhausto como se vio en el último encuentro ante el Getafe.
Si Jiménez busca un revulsivo y con la falta de un batallador como Zuculini que daba más libertad a los jugadores más técnicos para jugar, solo le quedará apostar por los “jugones”. Deberá armarse de valor e ir a por todas con Postiga en punta y escoltado por una segunda línea rápida y técnica como sería la formada por Montañés, Rochina y Víctor, jugadores capaces de combinar entre ellos y generar espacios en la línea de ataque para poder crear más ocasiones de gol. Actualmente parece el sistema necesario para abandonar la zona baja de la clasificación y lo parece porque a priori puede ser el único que dé más fútbol y presión en tres cuartos de campo, evitando una fácil salida de balón rival, obligue a trabajar a la defensa rival y se generen más ocasiones de gol por la constante movilidad que deberían ofrecer arriba Montañés, Rochina y Víctor, comandados por un inagotable Postiga.
Aun así, por encima de cualquier esquema, estará la actitud del equipo. Un sistema sin actitud no sirve de nada. Ese es el primer aspecto que debe mejorar Jiménez y los jugadores del Real Zaragoza para volver a ganar.
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