GUILLERMO COSCOLLA / ESPÍRITU DEPORTIVO. La Romareda fue una fiesta tras el gol de Diamanka.
La afición tampoco falló. Conocedora de lo importante que es para el equipo, la afición volvió a estar a la altura de las circunstancias y un domingo más La Romareda terminó entonando el regreso a Primera.
En el minuto 23, Lanzarote se encargó de poner en pie a La Romareda tras un “zurdazo” que le permitió poner el esférico a la altura de la escuadra en donde nada pudo hacer Remiro. Con ese resultado a favor, la afición se lo creyó más que nunca porque veía como su equipo también respondía con fútbol, sobre todo en la primera mitad, y con goles.
Tras el descanso, La Romareda, degustadora del fútbol alegre y vistoso, tuvo su rato de silencio y silbidos. Normal, su equipo estaba siendo “toreado” por el último clasificado. Al respetable eso no le gusta y menos al del Municipal, por eso los silbidos y los cánticos pidiendo algo más a sus jugadores tuvieron su efecto y Diamanka, que salió un partido más desde el banquillo, se encargó de cambiar los silbidos por una Romareda puesta en pie haciendo la ola.
Con el segundo gol, el escenario fue otro. Tras casi media hora enmudecida, La Romareda pasó del desencanto con sus jugadores a la felicidad. Quieren ver buen fútbol, pero piden solo una cosa: goles. Tras el tanto de Diamanka, minuto 70, el templo zaragocista recordó a las grandes citas y noches que se vivían en Primera e incluso en Europa.
Tres veces hicieron falta para que la ola nacida en el Fondo Norte tuviera su efecto a lo largo de todo el Estadio. El logro de la misma se celebró casi como un tercer tanto del equipo aragonés. A medida que se acercaba el final los decibelios aumentaban en el Municipal y el cántico era unánime: “Volveremos a Primera, volveremos a otra vez”.
Al finalizar el partido, Carreras volvió a rendirse a la afición y destacó su particular partido diciendo que “es fundamental para nosotros. Cuando nos exige porque al final los jugadores responden y cuando nos apoya y nos ayuda porque nos lleva en volandas. Son muy importantes para nosotros y hay una cosa que hay que decirlo que es que condiciona muchísimo al rival, condiciona muchísimo que La Romareda esté con nosotros. Primero que nos exija, y eso demuestra que quieren ganar pero aparte quieren hacerlo bien, y después para los jugadores”.