YERAY CORTÉS / ESPÍRITU DEPORTIVO. Un solitario gol de Toché sirve al Real Oviedo para llevarse los tres puntos ante los zaragocistas.
Ortuño disputa un balón durante el partido | Foto: Liga de Fútbol Profesional
El Real Zaragoza está dormido y la situación empieza a ser preocupante. En el Carlos Tartiere ha sumado una nueva derrota tras hacer un pésimo partido, ya que en ningún momento ha dado la sensación de poder plantar cara a un rival que ha realizado un encuentro muy serio y que apenas ha tenido dificultades para obtener la victoria.
Diamanka y Alfredo Ortuño eran las dos novedades en el once titular del Real Zaragoza, un once que Lluís Carreras se vio obligado a modificar cuando apenas habían transcurrido dos minutos de partido. Marc Bertrán se lesionaba e Isaac Carcelén entraba en su lugar. El Real Oviedo empezaba dominando, con una presión asfixiante que impedía al Real Zaragoza dar más de dos pases seguidos. Susaeta tenía una buena ocasión con una falta al borde del área que acabó con el balón en la barrera y unos minutos más tarde, Bono atrapaba un lanzamiento de Erice.
Con el paso de los minutos, el cuadro blanquillo empezó a estirar sus líneas pero no lograba llegar con peligro a la portería de Esteban. Freddy Hinestroza probó fortuna con un disparo desde la frontal que se marchó por encima del larguero, cerca de la media hora de partido, en el primer disparo de los zaragocistas.
En los últimos compases del primer tiempo, el Real Oviedo se volcó sobre la meta de Bono en busca del gol que le pusiera por delante en el marcador y, en el minuto 41, Toché logró batir al portero marroquí con un disparo ajustado.
Carreras buscó la reacción de los suyos en la segunda parte, y retiró del campo a Pedro Sánchez para dar entrada a Jorge Díaz. Tímidamente, el Real Zaragoza buscaba sorprender a la defensa del Real Oviedo que, bien plantada sobre el césped, desbarataba los ataques blanquillos. El intento zaragocista por buscar el empate fue en vano, ya que el conjunto local recuperó pronto la posesión del balón. El 2-0 estaba más cerca que el 1-1, porque el Real Oviedo era el que ponía el fútbol y las ocasiones de gol. Borja Valle disponía de dos oportunidades, mientras que Leandro Cabrera a punto estaba de marcar un gol en su propia portería.
En el minuto 74, Lluís Carreras apuró su última bala metiendo a Jorge Ortí. Pero el Real Oviedo seguía a lo suyo, buscando el 2-0 que dejara sentenciado el partido. Bono evitó un nuevo tanto local haciendo una gran intervención. El Real Zaragoza pudo empatar en los últimos minutos con un remate de Cabrera, tras un córner, que se marchó desviado.
Sin duda, hubiera sido un premio excesivo para un equipo que no despierta.