ESPÍRITU DEPORTIVO. Tres minutos le sobraron al Huesca, para tras conocer el resto de resultados de los rivales, haberse proclamado campeón del grupo.
Una victoria del Huesca junto con la derrota del Athletic Club B daban el campeonato de manera matemática. Sin embargo los locales (Trival Valderas) consiguieron empatar en una jugada aislada a pocos minutos del final. El partido fue muy difícil de principio a fin, principalmente por el terreno de juego (artificial, muy desgastado con mucho exceso de caucho y con medidas bastante reducidas). Mucho balón aéreo y contacto físico, donde las segundas jugadas eran determinantes en un encuentro donse era imposible llevar control del juego. El balón tocaba el suelo y salía o muy alto o muy rápido.
La primera mitad fue de desgaste, con un Huesca muy serio en defensa y con varios acercamientos con peligro. En la segunda parte y tras el gol de Manolin, el Huesca parecía dominar la situación, pero el Trival se fue adelante puesto que se está jugando la permanencia, y aunque sin aparente peligro dispuso también de una jugada al poste de Dani Jiménez.
Los oscenses pudieron solucionar el encuentro, pero los remates de Rojas y Fran Mérida en dos ocasiones salieron fuera por muy poco. Cuando el Huesca acariciaba la victoria, a tres minutos del final llegó el empate del Trival en un balón que rechaza a bocajarro Dani Jiménez, pero que el rechace no es capaz de sacar la defensa Altoaragonesa, y acaba por empujar un jugador local. El Huesca aún dispuso de una clarísima ocasión, pero Mainz no llegó a empujar debajo de la porteria por milímetros un disparo de Pallarés.
Al final, empate a uno, un punto más, que hace que el Huesca sea líder a falta de dos jornadas y con seis puntos de ventaja sobre el segundo clasificado. El hecho que el Athletic Club tenga que jugar la última jornada en el Alcoraz hace la necesidad de que el Huesca deba sumar un punto más para asegurarse matemáticamente el primer puesto.
Fuente: SDHuesca