GUILLERMO COSCOLLA / ESPÍRITU DEPORTIVO. El Real Zaragoza se encuentra fuera de los puestos de acceso a Primera División y no puede permitirse seguir bajando posiciones.
El Real Zaragoza ya no vive en los Play-Off. Era cuestión de tiempo viendo la dinámica del equipo. La visita al Benito Villamarín tuvo el final no deseado pero sí esperado. La derrota (4-0) sacó al equipo blanquiazul de los puestos privilegiados.
Por ver algo positivo en semejante festival de goles, el Real Zaragoza ha tocado fondo. Y ha tocado fondo por dos aspectos. El primero porque por plantilla no puede estar en otro puesto que no sea entre los seis primeros. El segundo y último aspecto es que seguir cosechando derrotas empieza a ser sinónimo de bajar un peldaño en la clasificación.
Llegó el momento de la inflexión en la entidad aragonesa. Toca mirar hacia arriba. Algo que no ocurre desde las primeras jornadas de liga en donde el mal inicio, aunque lógico, del equipo le obligó a escalar puestos en la clasificación. Ahora, verse fuera de los puestos de acceso a Primera División obliga a Ranko Popovic a mirar única y exclusivamente hacia arriba.
La línea ascendente que tiene que empezar a trazar el equipo empieza el domingo. A las 18:15 en La Romareda y ante el Numancia. En ese escenario, en donde el Real Zaragoza no gana desde el 7 de febrero, el equipo blanquillo tiene que llevarse los tres puntos. Tres puntos que le haría ir con vida al Real Zaragoza al próximo enfrentamiento ante la Ponferradina en El Toralin.
Si quiere volver a depender de sí mismo para jugar los Play Off de ascenso a la máxima categoría del fútbol español, el cuadro blanquillo está obligado a ganar el domingo. Para ese encuentro ante el Numancia, el entrenador Popovic seguirá sin poder dar las instrucciones desde el campo.