GUILLERMO COSCOLLA (DESDE MENDIZORROZA) / ESPÍRITU DEPORTIVO. El Real Zaragoza salió goleado de Vitoria por el Deportivo Alavés (4-0) y cortó así su racha de 5 partidos seguidos sin perder.
Tras cinco partidos consecutivos sin perder, los hombres de Ranko Popovic visitaban Mendizorroza con el objetivo de dar continuidad al trabajo bien hecho desde la derrota ante Las Palmas. Pero un mes después, volvieron a estrellarse precisamente como en aquel partido y terminaron siendo goleados (4-0) por un Deportivo Alavés que poco tuvo que hacer para pasar por encima del conjunto aragonés.
El partido arrancó bien para el Real Zaragoza pero solo duró 15 minutos la entidad zaragocista sobre el césped de Mendizorroza. Del minuto 16 al 90 el partido fue, en su totalidad, del conjunto vasco. Con la amarilla que vio Mario en el minuto 16, el Alavés fue consciente de que eso impedía al Real Zaragoza a entrar con dureza, y si eso a se le suma que la banda izquierda, defendida esta vez por Diego Rico, apenas apareció durante el encuentro pues ocurre que en la segunda llegada de peligro del Alavés, la primera fue en el minuto 3 y salvó Bono, los de Vitoria hacen el 1-0 en el minuto 27 obra de Toti, y con él un control absoluto y un baño futbolístico al Real Zaragoza. La primera parte no tuvo más, un gol local y espantada maña a partir del minuto 15.
La segunda parte fue peor y mejor. Peor para el Real Zaragoza, mucho peor, y mejor para el Deportivo Alavés. Máxime aun cuando en el minuto 46, recién empezada la segunda mitad, los hombres de Alberto López consiguieron poner el 2-0, por medio de Lanzarote, y convertir Mendizorroza en una auténtica fiesta que unió y despertó a todos los sectores del campo. Y es que de nada sirvió que entrara Vallejo en los últimos 45 minutos, en sustitución de Mario, porque el Real Zaragoza no puso en apuros al guardameta rival en ningún tramo de la segunda mitad y Manu Fernández no tuvo que lucirse ni evitar goles en los últimos 45´.
Con el 2-0, por la cabeza de Ranko Popovic pasaba ya la planificación de la semana antes de recibir a la Llagostera y mientras el Alavés, que no temió por el partido en ningún momento, siguió surcando en la herida zaragocista y consiguió hacer el 3-0, a través de Manu Barreiro, cerrando el encuentro pero no el resultado final.
Aun había tiempo para muchas cosas, pero ninguna de ellas para que el Real Zaragoza lograra hacer el llamado gol del honor, sino que el tiempo que quedaba fue el suficiente para que los aragoneses vieran como volvían a perder a un hombre por segundo partido consecutivo. En esta ocasión no fue Natxo Insa, y sí Diego Rico que vio la roja directa en una entrada fea y dura que llevó al árbitro a no pensárselo dos veces y dejar al Real Zaragoza con 10 con 23 minutos por delante.
Con Rico ya en las duchas de los vestuarios de Mendizorroza, y con Ruiz de Galarreta sobre el campo que relevó a Borja Bastón, los de Vitoria sacaron provecho de esa superioridad numérica y al igual que hicieron en el comienzo de la segunda mitad, tan solo pasó un minuto del inicio del segundo tiempo cuando hicieron el 2-0, la entidad vasca puso el cuarto y definitivo tanto por medio de Toti, hombre que abrió y cerró el marcador, terminando así de clavarle al Real Zaragoza la muletilla haciéndoles salir de Mendizorroza, a Ranko Popovic y a sus pupilos, humillados y sin capacidad de reaccionar en algún tramo del partido