GUILLERMO COSCOLLA / ESPIRITU DEPORTIVO. El Real Zaragoza ha logrado la tercera victoria consecutiva tras ganar al Mallorca 2-0. El equipo aragonés ocupa la séptima posición, a un partido del liderato.
El Real Zaragoza llegaba a la cita de ayer con la motivación de buscar la tercera victoria de la temporada que le permitiera colocarse en los puestos de arriba de la clasificación. El partido lo cambió de guion la entrada de Jaime Romero. Con él sobre el césped de La Romareda el Real Zaragoza brindó a su afición, una vez más inmejorable, otra victoria y la primera sin sufrimiento.
El conjunto aragonés tenía muchas deudas pendientes con su público. La primera, ganar sin pasarlo mal en los instantes finales, y la segunda, que los cambios tras el transcurso del partido fueran los correctos. Los dos requisitos se cumplieran a la perfección.
Costó tanto al Real Zaragoza como al RCD Mallorca en la primera mitad encontrar la forma de crear peligro. Apenas hubo claras ocasiones y el balón estuvo todo el rato por la parte central del terreno de juego. Esta falta de oportunidades para ambos conjuntos se debió también al protagonismo que el árbitro quiso cobrar ayer. Pitó todo y eso dificultó el poder generar juego. La única y más clara ocasión en los primeros 45 minutos fue un libre directo de uno de los mejores jugadores del partido. Eldin Hadzic, en el minuto 30 puso a prueba al portero del conjunto mallorquinista, Cabrero, que le obligó a hacer una gran estirada evitando en la misma línea de gol que la falta ejecutada por el bosnio acabara en gol.
Tras esta libre directo el partido siguió el ritmo que en el resto de minutos. Un RCD Mallorca que se conformaba con el empate a cero y que no daba muestras de querer ir a ganar, y un Real Zaragoza que lo intentó durante toda la primera parte por la banda izquierda de Eldin pero que no se terminaba de ver puerta. Poco más hubo en una primera parte que el público a cinco minutos para ir al descanso se dio cuenta que la actuación del árbitro estaba siendo de nefasta y no aguantó más y le envió al colegiado Maluenda Montero una sonora pitada, durante el primer tiempo y también cuando se dispuso a abandonar el terreno de juego el colegiado del comité Andaluz pagó con pitos y con gritos de “fuera, fuera, fuera” las malas decisiones de los primeros 45 minutos.
El descanso solo sentó bien a un equipo. Fue al Real Zaragoza que tras su paso por el vestuario la versión del conjunto blanquillo cambió y a mejor. El control del encuentro siguió siendo aragonés pero se empezó a ver a un equipo que decidió abandonar el juego de toque por un fútbol efectivo. Si en la primera mitad el peligro llegaba por la banda de Eldin, esta vez, iba a ser Javi Álamo el encargado de conducirlo. Sus internadas por banda derecha y sus ganas por empezar a ganar protagonismo en un partido en donde pasó desapercibido, no terminaban de ser lo suficientemente eficaces y Víctor Muñoz en el minuto 65 realizó el primer cambio del encuentro dando entrada al campo a Jaime Romero y retirando del verde de La Romareda al capitán Javi Álamo que no realizó su mejor partido.
Con Jaime Romero sobre el césped, el Real Zaragoza mejoró y el RCD Mallorca iba cada vez a menos quedándose si capacidad de generar peligro y esperando a que llegara el final del partido sin recibir ningún gol. Pero al equipo más goleado en lo que llevamos de campeonato no podía salir de La Romareda sin encajar un tanto. No por obligación sino porque el rival, el Real Zaragoza, lo buscaba cada vez más con mayor insistencia.
Y el premio del gol terminó llegando en el minuto 70 obra del recién ingresado Jaime que en la primera pelota que tocó aprovechó un buen pase de Eldin sobre la dormida defensa mallorquinista y el propio Jaime iba a resolver bien la asistencia del bosnio regateándose a Cabrero y rematando a placer para conseguir el primer tanto del partido y desatar la locura en las gradas de La Romareda.
El 1-0 terminó de sentenciar a un RCD Mallorca muerto sobre el verde del Municipal. La actitud de los de Karpin no cambió y siguieron paseándose por La Romareda sin la intención ni las ganas de querer igualar el encuentro. Con el gol, Víctor Muñoz volvió a mover fichas en el banquillo y acertó. Retiró a un Ruiz de Galarreta fundido físicamente y despedido por una afición puesta en pie y en su lugar entró Lolo, un jugador más defensivo con mayor contundencia para poder ganar así seguridad en el doble pivote.
El encuentro entraba en la recta final, y la afición no se fiaba de esa ventaja por la mínima y siguió animando a su equipo deseando que se lograra un segundo gol para poder cerrar el encuentro cuanto antes. Y ese segundo tanto llegaría con Tato sobre el terreno de juego que sustituyó en el minuto 87 a un Willian José muy activo durante todo el partido y en donde su labor de presionar puso en apuros y provocó imprecisiones a la defensa bermellona.
Eldin Hadzic, el mejor jugador de la primera mitad, y en segundo plano en los últimos 45 minutos, fruto también del cansancio y del gran derroche físico realizado, iba a encontrar el premio a ese gran partido que estaba cuajando. El gol no pudo ser mejor. Acorde a su gran actuación. Un error de la defensa del RCD Mallorca fue aprovechado por el bosnio que se plantó delante de Cabrero y el extremo del Real Zaragoza no se puso nervioso, tiró de calidad, confió en él, y decidió picar la pelota por encima del guardameta bermellón consiguiendo así el segundo y definitivo tanto.
El partido acabó dejando una muy buena versión de los hombres de Víctor Muñoz. Costó entrar en el encuentro pero en Segunda División los partidos suelen ir por fases, se suelen atascar y los jugadores del Real Zaragoza y principalmente el técnico supieron leer a la perfección el choque ante el colista y entre la buen labor defensiva, con un Mario expeditivo y un Cabrera contundente, la calidad de Eldin y el acierto en los cambios, el conjunto aragonés no solo consiguió la tercera victoria consecutiva, no solo dejó a cero otra vez la portería, sino que la victoria de ayer volvió a reactivar la ilusión que desapareció tras esa derrota en el Mini Estadi y ese empate, con sabor a victoria, en el último minuto ante el Sabadell.