JAVIER VEGAS/ESPIRITU DEPORTIVO. Pese a que la permanencia estaba prácticamente asegurada, el encuentro entre el Real Zaragoza y el Sabadell tuvo un ambiente diferente y es que la afición sabía que el playoff era posible.
Las invitaciones para abonados y las horas previas al encuentro con la marcha del Pilar a La Romareda provocó que La Romareda tuviera uno de los mejores ambientes de la temporada. En todo momento la afición sabía que el Real Zaragoza se jugaba algo más que certificar la permanencia y es que con una victoria el equipo aragonés se podía quedar a un punto de los playoff a falta de cuatro partidos.
Con el 2-0 en la primera parte, fruto de un juego notable, y tras vencer en Córdoba, la afición comenzó a creer más que nunca en unos playoff que aunque no reflejaban lo visto durante la temporada sí que estaban a tiro. El 2-2 final sin embargo, tiró por tierra todas las ilusiones y las caras de decepción de los aficionados que se tendrán que conformar con una permanencia que está casi hecha.
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