JAVIER VEGAS/ESPIRITU DEPORTIVO. Una avería en un tranvía que se dirigía este domingo a La Romareda repleto de aficionados sufrío una avería, lo que provocó el pánico entre los viajeros.
Una avería técnica dejó ayer tirado a cientos de aficionados momentos antes del comienzo del partido entre el Real Zaragoza y el Eibar. Poco antes de las 12:00 horas un Urbos 3 repleto de aficionados paró en Granvía. Sin embargo, ahí finalizó su recorrido por un problema con el pantógrafo. En ese momento, las luces de los vagones y el aire acondicionado se pararon, por lo que el intenso calor unido a que no cabía ni un pasajero más provocó momentos de tensión, gritos y pánico. Durante más de cinco minutos el Urbos permaneció parado con las puertas cerradas y sin que ningún pasajero pudiera moverse.
Finalmente y tras mucha insistencia al conductor se abrieron las puertas para alivio de los pasajeros. La gran mayoría eran aficionados que iban a La Romareda, sin embargo al quedar la linea del tranvía interrumpida no hubo más remedio que subir al estadio andando, lo que provocó que cientos de aficionados llegaran tarde. El hecho de perder el dinero del billete y llegar tarde al partido provocó numerosas quejas.
Foto: Javier Vegas
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